UNO DE LOS RIESGOS MÁS FRECUENTES
La acumulación de agua en la carretera puede provocar el efecto flote del coche, se pierde el control total y es necesario conocer cómo conducir en estas situaciones
Se recuerdan pocos meses en los que haya llovido tanto como marzo de 2025. Borrasca tras borrasca, los conductores se han enfrentado casi a diario a situaciones adversas de vientos fuertes y lluvias intensas. Para no llevarse sustos, lo mejor es tener bien claro algunas indicaciones, consejos y conceptos que nos ayudarán a llegar a nuestro destino. Por ejemplo, es importante saber lo que significa el aquaplaning y cómo evitarlo.
Para empezar, un neumático en buen estado debería ser capaz de achicar el agua de la carretera para mantener el contacto con el asfalto y no “flotar” sobre una capa de agua. Pero el neumático, por vejez, puede haber perdido el dibujo o presión. O simplemente, la lluvia es tan intensa que se circula a tan baja velocidad o sobre tanta agua que es imposible evitar ese efecto de flotación que es el llamado aquaplaning.
Cuando se sufre este efecto, el conductor notará que no tiene el control total de su coche porque la corriente de agua lo dirige o lo impulsa. Aunque parezca obvio, no hay que ponerse nervioso porque eso podría provocar giros bruscos o frenadas fuertes, nada recomendables en estas circunstancias porque aumentan considerablemente el riesgo de accidente.
En momentos de aquaplaning, el primer paso es agarrar el volante con firmeza y contrarrestar la dirección de la corriente de agua. Si es posible, mantener una velocidad constante y calculada, lo suficientemente baja tener tiempo de reacción y lo suficientemente alta para que el coche avance achicando agua y no se convierta en una barca flotante. Por último, cuando hay que frenar, se debe hacer de forma prolongada y suave para no derrapar.
Esto si ya nos encontramos en la carretera, aunque todo empieza antes, con la prevención. Para no sufrir aquaplaning lo más básico es cuidar de los neumáticos, acudir al mecánico y que valore si necesitamos comprar unos nuevos porque los actuales han perdido el dibujo o no son capaces de mantener la presión adecuada.
Con los inviernos que están tocando vivir (y que van a continuar o empeorar), de lluvias intentas, los conductores deberían incluir en sus rutinas esa revisión de los neumáticos antes del comienzo de las estaciones de fuertes depresiones. El cambio climático también modificará la forma de conducir y los cuidados y atenciones que demanda nuestro coche.