PUEDE SER UNA INFRACCIÓN GRAVE
La Dirección General de Tráfico opta por la instalación de radares dobles o en cascada para intentar que los usuarios respeten la velocidad límite en todo momento
Buena parte de los conductores reconoce que, al ver un radar o al recibir un aviso de su presencia, ha pisado el pedal del freno de forma brusca para aminorar la velocidad y evitar que el cinemómetro registre la velocidad a la que circulaba porque, probablemente, era superior a la permitida en la vía. Una maniobra que, además de ser peligrosa, puede que no tenga efecto alguno: ¿por qué frenar antes de un radar no te servirá de nada?
Los GPS, los avisadores y las aplicaciones que casi todos los conductores tienen descargadas en su teléfono cuentan con una base de datos en la que figura la ubicación de los radares fijos que están repartidos por las carreteras españolas. Datos que extraen de la Dirección General de Tráfico puesto que es la propia DGT la que informa de su situación. En el caso de los móviles es la colaboración de la comunidad de conductores la encargada de señalarlos.
Tanto en un caso como en otro, el método habitual es recibir una alerta cuando nos estamos aproximando a su posición. Si, en ese momento, el conductor comprueba que va por encima de los límites permitidos una de las reacciones más frecuentes pasa por frenar de manera repentina para evitar la sanción.
Radar doble o en cascada
Algo que no servirá de nada si estamos ante un radar dobles o en cascada con el que se pretende que los usuarios respeten las velocidades máximas de cada vía en todo momento. Para ello, las autoridades de Tráfico pueden colocar un radar móvil metros después del fijo. De esta manera cuando el conductor pisa de nuevo el acelerador para volver a aumentar la velocidad, el segundo cinemómetro sí que capta la infracción.
Por lo tanto, reducir la velocidad cuando el GPS o la aplicación te avisan de la cercanía de un radar no te ayudará a evitar la multa si, tras superarlo, vuelves a acelerar: será en ese momento cuando el segundo control entre en acción.
Multa para los frenazos injustificados
A esto hay que añadir que los frenazos injustificados están considerados como una infracción grave. Si alguno de los sistemas de vigilancia de la DGT (cámaras, drones, Pegasus o los propios agentes) detecta una reducción brusca de la velocidad a causa de un radar, el conductor podrá recibir su correspondiente sanción económica de 200 euros. Y es que esta acción pone en peligro al resto de usuarios de la vía porque puede generar un choque en cadena.