¿Radares móviles en coches particulares?
Nuestros vecinos franceses han decidido profundizar en la idea de instalar radares móviles en coches particulares, una idea que no todos comparten.
El exceso de velocidad sigue siendo un grave problema para la seguridad vial, siendo además una importantísima fuente de ingresos para la administración, ya que cada año se recaudan cientos de millones de euros en concepto de multaspor exceso de velocidad. Los radares actuales son más eficaces e inteligentes que nunca, pero son varias las administraciones que quieren darle una vuelta de tuerca al concepto.
De esta manera, en la actualidad es posible encontrar radares capaces de colocarse y de funcionar en casi cualquier lugar, una característica que, en Francia, quieren hacer extensiva más allá de la propia administrador y de sus propios trabajadores. ¿Qué significa esto? Pues que, tras una serie de pruebas en 2018, la administración vuelve a la carga e instalará una nueva hornada de radares en vehículos privados.
Sí, coches de personas particulares: se trata de una acción piloto que todo apunta terminará convirtiéndose en norma. De esta manera, los conductores franceses tendrán que andarse con mucho ojo porque ya no serán únicamente coches pertenecientes a la administración, sino que 'virtualmente' cualquier coche podrá llevar instalado un radar.
En una primera fase serán unos 450 los vehículos en los que se instalará un radar móvil. No estarán escogidos al azar, ya que las autoridades tendrán en cuenta diferentes parámetros a la hora de elegir a los ciudadanos encargados de realizar unos cuantos cientos de kilómetros diarios por alguna de las 8 regiones escogidas para este proyecto.
Los conductores, que no estarán identificados de ninguna manera -ni ellos ni sus vehículos- como portadores de un radar móvil recibirán a cambio una paga mensual de 1.500€ por circular una media de 6 horas diarias en una ruta que ya estará fijada por las autoridades.
Esta propuesta, no obstante, no ha gustado a todo el mundo: ya han sido varias las asociaciones de conductores que han puesto el grito en el cielo en el país galo, argumentando que, con esta medida, los conductores de a pie se ven despojados -aún más- de cualquier tipo de derecho. Teniendo en cuenta la fijación de la DGT por la velocidad, ¿terminaremos viendo algo así en España?