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SEGÚN UN ESTUDIO
Un estudio liderado por Instituto de Salud Global de Barcelona indica que aunque los ingresos son mayores durante los meses de invierno, la máxima incidencia de mortalidad hospitalaria por enfermedades como bronquitis aguda, bronquiolitis, neumonía e insuficiencia respiratoria, entre otras, se produjo entre junio y septiembre y estuvo fuertemente relacionada con las altas temperaturas.
El calentamiento global provocado por el cambio climático podría aumentar la mortalidad entre los pacientes ingresados por enfermedades respiratorias durante los meses de verano. Es la principal conclusión de una investigación liderada por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación "la Caixa", cuyos resultados se han publicado en The Lancet Regional Health. - Europe.
Los hallazgos pueden servir de base para una mejor adaptación al cambio climático en los centros sanitarios, según los autores.
El equipo investigador analizó la asociación entre la temperatura ambiente y la mortalidad hospitalaria por enfermedades respiratorias en las provincias de Madrid y Barcelona entre 2006 y 2019. Los resultados mostraron que el número de ingresos hospitalarios en ambas provincias, incluidos los que resultaron en muerte, fue mayor durante los meses de invierno y menor durante la estación cálida (de junio a septiembre), con un pico en el mes de enero y un mínimo de ingresos en el mes de agosto. Sin embargo, aunque los ingresos fueron mayores durante los meses de invierno, la máxima incidencia de mortalidad hospitalaria se produjo durante los meses de verano y estuvo fuertemente relacionada con las altas temperaturas.
Para calcular la asociación entre la temperatura ambiente y la mortalidad hospitalaria, el equipo utilizó datos sobre las hospitalizaciones diarias, la meteorología (temperatura y humedad relativa) y los contaminantes atmosféricos (O3, PM2,5, PM10 y NO2). Aunque se ha descrito ampliamente que la exposición diaria al calor y al frío se asocia a un mayor riesgo de ingreso hospitalario por enfermedades respiratorias como la neumonía, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el asma, hasta ahora ningún estudio se había centrado en las hospitalizaciones con resultado de muerte y, por tanto, en los casos más graves de morbilidad.
En términos de carga atribuible, el trabajo ha determinado que las altas temperaturas estivales fueron responsables del 16% y del 22, 1% del total de hospitalizaciones mortales por enfermedades respiratorias en Madrid y Barcelona, respectivamente. El efecto del calor fue inmediato, ya que la mayor parte del impacto tuvo lugar en los tres primeros días desde la exposición a altas temperaturas.
“Esto sugiere que el aumento de los problemas respiratorios agudos durante el calor está más relacionado con el agravamiento de enfermedades respiratorias crónicas e infecciosas que con la propagación de nuevas infecciones, ya que estas suelen tardar varios días en causar síntomas”, señala Hicham Achebak, primer autor del estudio e investigador en Inserm e ISGlobal.
Los resultados del estudio mostraron efectos del calor especialmente para la bronquitis aguda y la bronquiolitis, la neumonía y la insuficiencia respiratoria. Ni la humedad relativa ni los contaminantes atmosféricos desempeñaron un papel estadísticamente significativo en la asociación del calor con la mortalidad de los pacientes ingresados por enfermedades respiratorias.
De la investigación también se desprende que las mujeres fueron más vulnerables al calor que los hombres. "Es muy probable que esto esté relacionado con las diferencias fisiológicas específicas en la termorregulación. Las mujeres tienen un umbral de temperatura más alto por encima del cual se activan los mecanismos de sudoración, y una menor producción de sudor que los hombres, lo que se traduce en una menor pérdida de calor por evaporación y, por tanto, una mayor susceptibilidad a los efectos del calor", explica Joan Ballester, investigador de ISGlobal y coautor del trabajo.
El estudio ha demostrado que las altas temperaturas contribuyeron a aumentar el riesgo de mortalidad en pacientes hospitalizados por enfermedades respiratorias, mientras que las bajas temperaturas no se asociaron con esta variable. Según el equipo investigador, esto podría tener que ver con el hecho de que los servicios sanitarios están cada vez más preparados para hacer frente a los picos invernales de enfermedades respiratorias.
En este sentido, los resultados del estudio tienen importantes implicaciones para las políticas de adaptación sanitaria al cambio climático, y para las proyecciones de los impactos del cambio climático en la salud humana. "A menos que se tomen medidas de adaptación eficaces en los centros hospitalarios, el calentamiento global podría agravar la carga de mortalidad de los pacientes hospitalizados por enfermedades respiratorias durante el período estival", indica Hicham Achebak.
Referencia:
Achebak H et al. "Ambient temperature and seasonal variation in inpatient mortality from respiratory diseases: a retrospective observational study". Lancet Regional Health (2023).