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Europa

El histórico Zoo de Berlín

El más extenso y antiguo de Alemania acoge más de 1.500 especies
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A mediados del siglo XIX un científico, Alexander von Humboldt, un explorador que había recorrido media Ýfrica, Martin Hinrich Lichtenstein, y un paisajista de jardines, Peter Joseph Lenné, tuvieron la genial idea de crear un Jardín Zoológico en Berlín. Una ocurrencia que siempre les agradecerán sus visitantes. En 1844 tras tres años de arduo trabajo abrió sus puertas y el rey Federico Guillermo IV contribuirá donando los primeros animales que formaban parte de su colección personal. Estas modestas instalaciones con el tiempo se fueron ampliando, incluso llegó a tener uno de los mayores acuarios de la época. Instalaciones que quedarán totalmente destruidas en la contienda de la II Guerra Mundial y de los 3700 animales que tenía solamente 91 salvaran el pellejo. Actualmente es el más grande y antiguo de Alemania y acoge a 16.000 animales de 1500 especies diferentes y un insectario con más de 200 especies. Llama poderosamente la atención su entrada en la que se intuye que se trata de lugar especial. Nos invitan a recorrerlo ni más ni menos que dos colosales elefantes de arenisca que sostienen un arco con profusa decoración oriental. Cualquiera creería que estamos en Asia en vez de Alemania. Aunque los osos panda son las estrellas del zoo, otros actores principales son los osos polares, gorilas, jirafas, rinocerontes, hipopótamos… diversidad de animales exóticos, depredadores o nocturnos viven en unos escenarios que recrean su hábitat natural. Cuenta con áreas en las que se pueden ver crías de algunos animales y permiten a los niños acercarse e incluso acariciarlos. Ni que decir tiene que son las más concurridas. En el Acuario campan a sus anchas tiburones, pirañas o peces de los arrecifes de coral. Un extenso espacio que está abierto todo el año, aunque es más recomendable visitarlo en verano ya que las temperaturas no son tan extremas y los animales están más activos. Sus estanques, fuentes y jardines invitan a pasear relajadamente y cuenta con una variedad de restaurantes y puestos callejeros para comer, incluso con buen tiempo se puede disfrutar de un picnic en los jardines.