MOTOR V12 PURO ASTON
Aston Martin nos ha permitido conocer de primera mano y saborear -casi 30 horas- las virtudes del DBS Superleggera, o el lado más radical del DB11 recuperando una de sus denominaciones históricas.
El Aston Martin DBS Superleggera es la versión más deportiva y exclusiva desarrollada sobre la base del Aston Martin DB11. A pesar de compartir con el DB11 chasis, elementos de su carrocería y otros componentes, el DBS Superleggera ofrecer una visión más deportiva y radical para distanciarse del carácter GT del Aston Martin DB11, lo que le permite ubicarse un peldaño por encima en prestaciones y enfoque.
El Aston Martin DBS Superleggera recupera la denominación DBS que vimos por última vez en el DBS derivado del Aston Martin DB9, pero que además recupera los lazos con el estudio de diseño Carrozeria Touring Superleggera que ya dio forma a modelos como los Aston Martin DB4, DB5 y DB6 MKI . De este modo, la recuperación de esta colaboración entre fabricante y carrocero permite al nuevo DBS plasmar la denominación Superleggera junto a las tomas de aire de su capó delantero.
El lanzamiento del Aston Martin DBS Superleggera supone dar sucesión al Aston Martin DBS que fue desarrollado sobre el Aston Martin DB9, añadiendo para esta ocasión la etiqueta 'Superleggera' como símbolo de la colaboración entre Aston Martin y el estudio de diseño italiano Carrozeria Touring Superleggera. La recuperación de esta alianza pretende poner en valor la relación entre ambas firmas en el pasado, colaboración que dio como resultado modelos como los Aston Martin DB4, DB5 y DB6 MKI.
A simple vista, denota fascinación, primero por su diseño. Y es que las formas del nuevo Aston Martin DBS Superleggera evolucionan de forma sensible con respecto al DB11 estrenando un nuevo frontal con una gran toma de aire central custodiada por dos entradas de aire paralelas encargadas de refrigerar los intercoolers.
En el lateral encontramos nuevas salidas de aire en los pasos de rueda, pero es en la trasera donde más fácil será identificar al nuevo DBS Superleggera al emplear una configuración específica con un difusor más prominente con 4 salidas de escape, un nuevo diseño paras sus pilotos LED y la adición de un spoiler fijo en fibra de carbono.
Diseño: otro punto de vista para el DB11
El diseño de la carrocería del DBS Superleggera emplea una configuración completamente diferente a la vista en el DB11, encontrando un nuevo paragolpes frontal donde destaca la imponente boca central inspirada en otros modelos históricos de la marca como el DB AR1, nuevo diseño para sus taloneras y salidas de aire en los pasos de rueda delanteros, así como una zaga completamente nueva donde encontramos un nuevo difusor, 4 salidas de escape, nuevas ópticas LED de diseño específico y un spoiler de fibra de carbono coronando el capó trasero.
Este dos puertas con disposición 2 + 2 destaca por su capó de fibra de carbono ultraligero con rejillas tintadas en negro, sus rejillas laterales también en carbono, los datos LED con indicador de dirección integrado, así como la lámpara trasera también LED de firma
El rediseño de la carrocería además cumple una función de reducción de peso al hacer uso de fibra carbono con lo que se consigue un ahorro de 72 Kg. De puertas hacia dentro, el Aston Martin DBS apenas difiere con respecto al DB11, encontrando mínimos cambios que se limitan a emblemas y motivos en su configuración.
Para detener el coche, no se ha escatimado, claro. Un equipo con discos carbocerámicos de gran tamaño -410 mm delante y 360 mm detrás- se ocupan de hacerlo eficazmente y sin lugar a la fatiga. Asomándose a través de las llantas de 21", calzadas con neumáticos Pirelli P Zero en medida 265/35-21 delante y 305/30-21 detrás.
Como este último, el nuevo DBS Superleggera Volante combina un diseño exterior de lo más atractivo con un potente motor 5.2 V12 Twin-Turbo (biturbo) de desarrollo propio y además añade la posibilidad de circular con el cielo como techo. Los 725 CV de potencia máxima con 900 Nm de par máximo aseguran las mejores sensaciones de este Gran Turismo tan eficaz.
También es novedad para este modelo el uso de una nueva caja de cambios automática de 8 relaciones firmada por ZF, ubicada en posición transaxle y con relaciones de cambio específicas para esta versión. También se incluye un diferencial de deslizamiento limitado. (una ZF de convertidor de par) situada en el tren trasero, pero en el caso del DBS Superleggera es una versión reforzada.
A nivel de chasis, el DBS Superleggera Volante cuenta con una nueva geometría y puesta a punto de los amortiguadores adaptativos Skyhook con respecto al DB11, así como silent blocks específicos, barras estabilizadoras más gruesas y los mencionados discos de frenos de 410 mm con pinzas de seis pistones delante.
El uso de un sistema multimedia, con touch pad incluido, y de los controles de climatización heredados de Mercedes-Benz en virtud de los acuerdos entre las dos compañías.
El equipo de suspensiones cuenta con un tarado y altura específicado en el DBS, así como el equipo de frenos carbocerámicos que mejora sus prestaciones gracias a la adopción de discos de 16,1 pulgadas y pinzas de 6 pistones para el tren delantero y discos de 14,2 pulgadas y pinzas de 4 pistones para el tren trasero. Gracias a todas las mejoras introducidas el DBS Superleggera es capaz de realizar el 0 a 100 km/h en 3,4 segundos un 0 a 160 km/H en 6,7 segundos, un 80 a 120 km/h en 2 segundos y una velocidad máxima de 340 km/h
Aún así, el DBS Superleggera es una profunda revisión del DB11 por lo que resulta imposible no comparar ambos modelos. Veamos en qué ha cambiado. A nivel estético nos encontramos con grandes diferenciaciones como es el nuevo paragolpes frontal con una enorme boca central custodiada por dos entradas de aire a sus laterales.
También son nuevas las tomas de aire laterales, el diseño de su capó delantero y la zaga, siendo este último un punto donde merece la pena detenerse para descubrir un nuevo diseño de pilotos LED, un nuevo difusor con 4 salidas de escape y un spoiler fijo que permite alcanzar los 177 Kg de downforce junto al resto de nuevos apéndices aerodinámicos. dato que prácticamente iguala al ofrecido por el coupé (180 kg). Y todo ello, como decimos, con la posibilidad de circular a cielo abierto.
El uso de la denominación Superleggera ha sido posible gracias al acuerdo establecido con Carrozeria Touring Superleggera, un acuerdo con el que Aston Martin recupera los lazos con el estudio milanés para hacer uso de su conocido nombre tal y como ya ocurrió en el pasado a través de los Aston Martin DB4, DB5 y DB6 mk1.
No, el DBS no es simplemente un modelo más potente y deportivo dentro de la serie DB11, sino que busca ser una alternativa dentro de la gama con personalidad propia y claras diferenciaciones que le permitan firmar una ofensiva por separado contra el Lamborghini Aventador S y el Ferrari 812 Superfast.
El Aston Martin DBS Superleggera Volante es en esencia la versión más lúdica del DBS Superleggera, una carrocería diseñada para ofrecer un mayor nivel de disfrute gracias a la eliminación de su techo bajo demanda. Aston Martin crea este cabrio como una variante más exclusiva del DB11.
El rediseño realizado para esta versión Volante supone convertir el habitáculo en una configuración estricta biplaza, el coupé es un 2+2, alojando el mecanismo y la capota sobre un comportamiento tras los asientos delanteros. Descapotar el Aston Martin DBS Superleggera Volante necesita de 14 segundos. Esta capota está fabricada en tela y cuenta con 8 capas para conseguir un elevado nivel de aislamiento tanto en términos acústicos como térmicos.
Los compradores del último buque insignia de la compañía británica podrán elegir entre ocho colores diferentes para la tela de la capota, además de escoger entre infinidad de opciones de personalización tanto para el exterior como para el lujoso habitáculo.
También se ha reforzado el parabrisas, permitiendo ahora que éste esté fabricado en fibra de carbono de forma opcional y que incluso pueda lucir fibra de carbono tintada de la mano de la división 'Q by Aston Martin'.
La aerodinámica no se ha descuidado y se ha revisado todo el paquete del DBS Superleggera para mantener una carga de 177 Kg a máxima velocidad, lo que supone una merma de sólo 3 Kg con respecto a la carrocería coupé.
Porque con el objetivo de mejorar la aerodinámica, el DBS Superleggera Volante cuenta por ejemplo con unas entradas de aire y salidas laterales más generosas, que ayudan a reducir la elevación a altas velocidades y a mejorar la estabilidad.
Así se vive la experiencia a bordo del nuevo DBS Volante Superleggera
Primera hora de la mañana, me dejan a las puertas de la sede donde habitan y mantienen en Madrid las flotas de Maserati y Aston Martin, y al fondo del garaje se pueden ver unidades del Levante y el DBX, los SUV de ambas marcas, pero ni rastro de deportivos de alto rendimiento de italianos y británicos. Me presento, y me quedo esperando en la sala de espera un punto impaciente -para qué negarlo- deseoso de subirme por fin a un Aston.
Pasados unos minutos, un atronador rugido me despierta mientras repasaba correos ensimismado en mi smartphone. Al otro lado de la cristalera asoma el musculado morro ¿naranja? sí, de la 'bestia'. Brutal, sí, pero bellísima la criatura engendrada en la mítica Gaydon y de repente todas las preocupaciones que ocupaban mi mente pasa a segundo plano. Me saluda amablemente, David, un responsable de flota de la marca, me explica lo básico y me entrega las llaves deseando que disfrute de la experiencia.
Aunque David ya me había advertido de que algo ha cambiado en la marca británica y que no me espere un Gran Turismo potente pero más o menos 'rudo' como -reconoce- pasaba hasta hace no tanto con algunos modelos de Aston, reconozco que desde el primer instante la sensación del DBS es de una máquina de circuito. Quizá sea el atronador sonido que emite el V12 puro Aston -los motores gordos de la marca no provienen de la factoría AMG- en frío en marchas cortas y aún en pleno polígono industrial.
Con esa banda sonora, el espectacular diseño de superdeportivo y el llamativo color Cosmos Orange del coche, soy blanco de todas las miradas. No es para menos, y eso que es temprano y hace demasiado fresco para probar una capota que desaparece elegante y suavemente en apenas 14 segundos. Pero eso será más tarde. Ahora, me dispongo a incorporarme a la A-6 camino de la sierra madrileña entre el tráfico de salida en hora punta de la capital, deseando que la vía se despeje para ver que pasa si dejo caer el peso de mi pie derecho.
Al fin, tomo la salida hacia la carretera de El Escorial, y empiezo a sentir lo que hace un momento tan solo presentía, que no es otra cosa que más de 700 caballos tirando a la vez pidiendo ritmo de carrera que aún no me atrevo a invitar a galopar no vaya que se desboquen y acabe entre rejas. Alcanzo el puerto de Galapagar que he subido un millón de veces con todo tipo de 'monturas' y ahí el caballaje del DBS vuelve a pedirme que lo exprima, y es que pulsé el botón Sport Plus nada más subirme en él, por lo que entiende que quiero galopar.
Afronto las curvas con seguridad, pero no solo porque me las sé de memoria, sino porque la formidable suspensión y telemetría en general de este coche permite confiarse por más que uno no sea un piloto experto. Al mismo tiempo, me doy cuenta de que algunos elementos del interior me recuerdan a la marca de la estrella, y es que Mercedes tiene bastante que ver con el magnífico equilibrio confort-deportividad del modelo inglés.
Ya en recta larga, recorriendo la variante que rodea Galapagar, noto como se pega irremediablemente al asfalto, pero no por el alerón -lleva uno breve en fibra de carbono- sino, seguramente, la razón se encuentre en el sistema Aeroblade, que coge el aire por los lados y lo expulsa hacia arriba en la parte posterior. Oficlalmente, a velocidad máxima -338 km/h-, es capaz de generar hasta 177 kg de carga aerodinámica. Y es que es el Aston que más carga aerodinámica la logrado jamás.
No tiene nada que envidiar a su hermano coupé. Bien es cierto que los refuerzos del chasis y el mecanismo de la capota han incrementado su peso en algo más de 90 kg, por lo que supera las 1,9 toneladas, pero el trabajo realizado a nivel aerodinámico ha hecho posible que su rendimiento sea muy parecido al del coupé.
El chasis del DB11, por lo que me cuenta quien lo ha probado, encaja perfectamente en la filosofía del coche que estamos disfrutando (seamos sinceros, unos días el trabajo es menos trabajo, por lo que sea), lo que unido al aumento de potencia de 117 caballos más que aquél, y es que vamos a lomos del top de una marca top. Con esa base, un ancho de vías aún mayor (2 centímetros pueden ser mucho) y un difusor de competición todas las sensaciones percibidas cobran sentido.
En fin, que con rivales como el Ferrari 488, el McLaren 720 o el Lamborghini Aventador, ahora se puede decir que Aston tiene un auténtico supercar, por más que su configuración 2+2 le pueda hacer merecedor del calificativo de Gran Turismo. Las 'plazas' traseras, permítanme decirlo una vez más, son casi inservibles para personas de mínima estatura (quizá para dejar la mochila) y no testimoniales como se suele decir.
Pero es que en este coche la practicidad pasa a un segundo plano frente a la deportividad, y aun más a la exclusividad. Por eso os contamos algunos detalles -casi obscenos- de lo que cuestan algunos caprichos que montaba nuestra unidad de pruebas. Y es que para cualquier bolsillo no es fácil apostar por un producto que alcanza los 379.172 euros, según personalización.
Si decimos que las llantas específicas cuestan cerca de 3.000 euros, nadie se asombraría frente al montante de este tipo de elementos en cualquier marca de lujo o premium, a qué no. Pero si nos cuentan que los logotipos DBS del lateral, el trasero con el nombre de la marca y los del capó que rezan superleggera en carbono forjado cuestan cerca de 10.000 el común de los mortales podemos comenzar a asustarse, a qué sí. Nosotros también.
Y es que la exclusividad se paga, y muy cara. Otro tanto cuesta el color Cosmos Orange tan original... los 2.200 que supone el color oro del tapón del aceite y el aislante térmico del capó... sobran las palabras. un evocador Super GT con un precio que no es para cualquier bolsillo ya que alcanza los 379.172 euros, según personalización.
Pero volvamos a las sensaciones al volante, y es que con la capota recogida la belleza de este coche se multiplica, y también las sensaciones. A techo abierto tienes mayor relación con el entorno y a ritmo tranquilo puedes escuchar el rugir pausado del V12. Otro aspecto interesante es que la configuración de la suspensión y la del chasis-motor están separadas, pudiendo con un botón variar la dureza de la primera, y la reactividad de los primeros a través de tres modos: GT, Sport y Sport Plus, donde el primero es el que ofrece el confort más próximo a un Gran Turismo y los otros, pues eso.
En fin, que este cóctel de diseño, alto rendimiento y estilo puede presumir de ser el Aston Martin más espectacular de los últimos años, pero el fabricante inglés está acostumbrado a sorprendernos y, una vez más, lo ha vuelto a hacer con la variante descapotable de este supercar desarrollado con la ayuda del estudio italiano Carrozzeria Touring Superleggera.