ITALIA
Viajamos hasta Vicenza para conocer la historia que esconde una de sus construcciones más peculiares: la Basílica Palladiana.
Es el momento más que perfecto para poner rumbo a la ciudad italiana de Vicenza. Entre sus calles encontramos un gran número de edificaciones, monumentos y rincones que no dejan absolutamente indiferente a nadie. Un claro ejemplo lo encontramos, precisamente, en la conocida como Basílica Palladiana.
Se trata de una construcción renacentista que podemos encontrar en la céntrica Piazza dei Signori de Vicenza. Si hablamos de un elemento arquitectónico a destacar es, sin lugar a dudas, la logia, puesto que es uno de los ejemplos más antiguos que se conocen hasta la fecha en cuanto a “ventana palladiana” se refiere.
Originalmente, esta Basílica se construyó en el siglo XV, en estilo gótico. En realidad, funcionaba como sede del gobierno civil y de los tribunales, por lo que recibía el nombre de Palazzo della Ragione. En el siglo XVI, gran parte de esa imponente estructura se derrumbó. Es por ese mismo motivo por el que un consejo de cien personas de Vicenza decidió reunirse con un objetivo muy claro: conseguir que Andrea Palladio, reconocido arquitecto, se encargara de su reconstrucción.
Fue él quien, precisamente, añadió esa logia y dotó al edificio de una nueva fachada en mármol que contaba con dos niveles. Elementos que provocaron que se diferenciara, muchísimo, de ese diseño original. La Basílica, cuyas obras comenzaron aproximadamente en 1549 y terminaron en 1614, llamó la atención a un gran número de familias adineradas de la ciudad italiana.
Esto provocó que la mayoría de ellas encargaran a Palladio la construcción de sus palacios, así como de sus villas en el campo. ¡De ahí que Vicenza esté repleta de obras de este reconocido arquitecto! Un profesional que acabó dedicando lo que le quedaba de vida a estos impresionantes proyectos en Vicenza pero, sobre todo, a acabar las obras de la Basílica.
Al fin y al cabo, por muchos motivos, esta Basílica se convirtió en una de sus grandes obras, pero también uno de sus grandes orgullos a nivel profesional. Tal era la vinculación que tenía con este edificio que, debido a esto, se decidió nombrarla “Palladiana”, en honor al arquitecto que se encargó de reconstruirla.
Tras mucho esfuerzo, a nivel humano y económico, 34 años después de que el arquitecto muriera, las obras de esta construcción terminaron. En la actualidad, la edificación es utilizada, entre otras cuestiones, para albergar una serie de exhibiciones, así como eventos cívicos, que tienen lugar en la ciudad italiana.