EXTREMADURA
Viajamos a Extremadura, concretamente a la provincia de Cáceres, para conocer la historia del Castillo de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara.
Ponemos rumbo a la provincia de Cáceres, concretamente a la villa de Brozas. Es allí donde encontramos una de las fortalezas más sorprendentes de Extremadura. Estamos hablando, cómo no, del Castillo de Brozas, también conocido popularmente como Castillo de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara.
Para comenzar, debemos saber que la Orden de Alcántara ordenó la construcción de este Castillo en el siglo XIV. A pesar de todo, es importante tener en cuenta que el aspecto que tiene en la actualidad es consecuencia de una crucial reconstrucción que se llevó a cabo entre los siglos XVI-XVII.
El Castillo de Brozas de Cáceres, a través de su historia
Para conocer su origen, debemos saber el de Brozas. Su historia más moderna comenzó en el siglo XIII, con la reconquista leonesa de la parte occidental de la provincia de Cáceres. El Rey Alfonso IX de León no dudó un solo segundo en tomar la plaza de Alcántara en el año 1213, lo que supuso un antes y un después en muchísimos aspectos.
Entre otras cuestiones, porque la zona oeste de la provincia de Cáceres fue entregada a la Orden de Calatrava. Eso sí, en 1218 pasó a manos de la Orden de San Julián de Pereiro, aunque posteriormente cambió su nombre a la Orden de Alcántara. Rápidamente, el territorio fue organizado a través de una serie de núcleos, convertidos en encomiendas. Tenían dos objetivos principales: defensa y repoblación.
Eso es lo que sucedió, precisamente, con Brozas. De hecho, documentalmente, aparece mencionada por primera vez en 1237, como “Las Broças”. No fue hasta 1270 cuando este lugar pasó a convertirse en nada más y nada menos que la capital de la Encomienda Mayor de Alcántara. ¡Casi nada!
De esta forma, no es ningún secreto que la gran relevancia de Brozas venía dada, sobre todo, por ser la sede de la Encomienda Mayor de la Orden de Alcántara desde la Edad Media. Con el paso del tiempo, concretamente en el siglo XVI y tras una reforma administrativa, fue capital de un partido.
Por esta razón, no se dudó un solo segundo en construir una fortaleza, situada en la parte más alta de la población. Ésta fue construida en el siglo XIV y, posteriormente, sufrió una considerable reforma entre los siglos XVI y XVII. Así pues, se decidió instalar en este Castillo diversas instituciones que ya estaban previamente situadas en Brozas.
Por ese mismo motivo, esta construcción tenía aspecto de fortaleza, pero también de palacio. Y todo porque era la residencia oficial del Comendador mayor de la Orden de Alcántara. En 1397, esta fortaleza fue crucial para que los habitantes de Brozas pudieran detener el ataque de Nuno Alvares Pereira, condestable portugués, que fue enviado a España por Juan I de Portugal con un objetivo.
¿En qué consistía? En vengar, de la manera que fuese posible, los constantes saqueos que los maestres de las órdenes de Santiago y Alcántara habían protagonizado en territorio portugués. Otra fecha a destacar es 1431, cuando el Castillo, excepto la Torre del Homenaje, fue destruido por Pedro de Aragón en la guerra de los infantes de Aragón, conflicto bélico contra el Rey Juan II de Castilla.
Lejos de que todo quede ahí, cabe destacar que tan solo unas décadas más tarde, esta fortaleza fue uno de los mayores objetivos militares durante la Guerra interna de la Orden de Alcántara. Recordemos que, por aquel entonces, había dos bandos perfectamente diferenciados: los que apostaban por el clavero Alonso de Monroy, y los que estaban de parte del maestre Gómez de Solís.
Es importante saber que la etapa de los Reyes Católicos fue clave, ya que produjo una época de paz para la zona. Esto hizo posible que el crecimiento económico y demográfico fuese una realidad. Es más, debido a ese aumento de la población, Brozas solicitó a los Reyes Católicos la posibilidad de construir una nueva parroquia.