Veranos wellness
Desde el inicio de los tiempos, el agua ha sido un elemento de vida. Una muestra de ello, es que alrededor del mundo han aparecido baños termales, usados desde la antigüedad para sanar enfermos, o simplemente para el disfrute de nuestro cuerpo.
Termas de Saturnia, Italia
La Toscana italiana es una región rica en aguas termales, en la parte más meridional de Maremma hallamos estas termas que cada año visitan miles personas. La belleza de Saturnia radica en sus piscinas naturales escalonadas con pequeñas cascadas, y en la gran cascada. Además, todo ello se encuentra en un entorno natural de gran belleza. Las piscinas de Saturnia son blancas debido a la piedra calcárea, y sus aguas sulfúreas están todo el año a una temperatura de 37 grados. Las propiedades terapéuticas se deben a lo minerales que enriquecen sus aguas como azufre, sulfato, carbono y bicarbonato alcalino.
Baños Széchenyi, Hungría
En plena ciudad de Budapest nos toparemos con un complejo de edificios de estilo neobarroco, diseñados por el arquitecto Győző Czigler en torno a 1913. Dichos edificios son los Baños Széchenyi, los mayores baños termales medicinales de todo Europa. Cuenta con quince piscinas cubiertas, y tres al aire libre. De dos grandes fuentes salen las aguas termales que bañan el spa, entre 74 y 77 grados temperatura. Estas aguas húngaras son ricas en sulfato de calcio, el magnesio, el bicarbonato, flúor y ácido metabórico.
Pamukkale, Turquía
Estas piscinas termales, cuyo nombre significa “castillo de algodón” pertenece al Patrimonio de la Humanidad debido a su exuberante belleza, a qué es la antigua ciudad helenística de Hierápolis, de la cual hoy en día solo se conservan unas ruinas. Sus peculiares piscinas de aguas azul celeste se crearon por la sucesión de movimientos tectónicos. Dieron lugar a gruesas capas blancas de piedra caliza, que bajan de forma escalonada por la ladera de la montaña, y da la impresión de una cascada helada. Sus aguas contienen grandes cantidades de bicarbonato y calcio.
Laguna Azul, Islandia
En las frías tierras de Islandia también tienen sus maneras de combatir las bajas temperaturas, y qué mejor que sumergirse en una laguna geotermal, cuyas aguas especialmente vaporosas son parte de una formación de lava. Este balneario islandés se encuentra en Grindavík , en un campo de lava. Es una de las atracciones más visitadas del país, se dic que sus aguas ricas en sílice y azufre es beneficiosa para enfermedades de la piel. Además, su enclave natural es de una belleza espectacular, no podemos perder la oportunidad de visitar la Laguna Azul.
Baden Baden, Alemania
Al suroeste de Alemania, en plena Selva Negra se alza la ciudad de Baden Baden, la cual alberga uno de los balnearios romanos mejor conservados del estado de Baden-Wurtemberg. Sus ruinas, con más de 2.000 años d antigüedad, nos permiten ver cómo eran las termas romanas, sus suelos con calefacción… Están integradas en el actual balneario Friedrichsbad, que recibe sus aguas de las laderas del Florentinerberg, y sus fuentes cuentan con más de 12.000 años de antigüedad.
Fuentes Termales Las Burgas, España
En la ciudad gallega de Orense, los manantiales de aguas termales han resistido el paso del tiempo. Son tres los manantiales de las Burgas: la Burga de Arriba es la más antigua, data del siglo XVII; la Burga do Medio cuenta con un complejo termal; y la Burga de Abaixo es la más moderna, del siglo XIX y sigue un estilo neoclásico. En 2007 fueron declaradas Bien de Interés Cultural, y Patrimonio histórico de España. Se cree que el origen de su nombre está en la palabra latina “burca”, que significa pila, y hacía referencia a los balnearios romanos.