la prueba portuguesa ha sido testigo de unas condiciones prácticamente invernales
Con un tiempo poco habitual para la altura de año a la que estamos, el Circuito de Montalegre marcaba la segunda para del Mundial de RallyCross, de nuevo dominada por Johan Kristoffersson y marcada por la presencia de la nieve
Frío, viento, lluvia y finalmente, nieve. El Circuito de Montalegre veía cómo las previsiones meteorológicas más pesimistas se confirmaban, con un fin de semana que poco tenía de primaveral. La jornada del sábado nos dejaba entrever un cambio de tercio después de lo visto en el Circuit de Barcelona-Catalunya, con los 208 WRX de Peugeot Sport marcando el tempo de las carreras, todas ellas todavía sobre asfalto seco.
Sébastien Loeb se anotaba el mejor tiempo en la Q1, mientras que en la segunda manga clasificatoria sería su compañero de equipo, Timmy Hansen. Los coches de la firma del león estaban mostrando un gran nivel a pesar de que eran los Volkswagen Polo R Supercar los que copaban los mejores tiempos durante las tandas de entrenamientos libres, llegando incluso a rebajar el tiempo que figuraba como récord del trazado luso, en manos de Kristoffersson desde la pasada temporada.
Ya el domingo, las nubes comenzaban a dejar entrever que las previsiones que hablaban de lluvia no iban a estar equivocadas. Con la pista mojada por las lluvias de la madrugada, los Volkswagen y los Audi pasaban al frente, siendo en este caso Andreas Bakkerud al volante del S1 EKS RX el que pasaba al frente de la clasificación general después de lograr la victoria tanto en Q3 como en Q4, mientras que Sébastien Loeb debía conformarse con ser segundo, justo por delante de Ekström y del también piloto de Peugeot, Timmy Hansen.
La primera de las dos semifinales contaría con una gran salida por parte de Kristoffersson, vigente Campeón del World RX que se mantendría hasta ver la bandera a cuadros al frente de la clasificación. Bakkerud buscaba las semifinales desde la segunda posición, mientras que la sorpresa la daba en este caso Mattias Ekström ganador en Barcelona hasta que los comisarios decidieron castigarle con descalificación. El sueco, que busca este año el segundo título Mundial con el apoyo total por parte de Audi Sport, se quedaba fuera de la gran final, dándole el paso directo a un gran Guerlain Chicherit que clasificaba por primera vez el Renault Mégane R.S. RX Supercar entre los seis mejores.
En la segunda semifinal el invitado especial sería precisamente la nieve. Montalegre veía cómo las nubes se cernían sobre su circuito y las bajas temperaturas, llegando en más de una ocasión a rozar los cero grados, terminaban provocando la aparición de la nieve. Con los Peugeot saliendo desde la primera línea de parrilla, el fallo en la arrancada de Petter Solberg sería vital para que la firma gala terminara firmando el doblete, con Hansen adelantando en pista un Sébastien Loeb con problemas. El alsaciano tuvo que aguantar los envites de Solberg, lo que le daba el paso a ambos.
Si la final de S1600 ganada por Baumanis se disputaba con un espectacular tono blanco comenzando a cuajar en las montañas de color lila de la zona (apenas 20 kilómetros de la frontera entre España y Portugal a la altura de Xinzo de Limia), los Supercars no podían ser menos. La segunda gran batalla del World RX 2018 nos dejaba una espectacular carrera en condiciones más habituales del norte de Europa. Incluso los miembros de los equipos escandinavos, gran mayoría en el paddock, se mostraban sorprendidos ante una meteorología que parece reñida con la idea del sol sureño del Viejo Continente.
La nieve y los miles de espectadores aguantando el frío y las condiciones invernales en las gradas daban tintes épicos a una final que parecía que iba a ser una gran lucha mano a mano entre suecos. El anunciado Hansen vs Kristoffersson se vería eclipsado por una gran salida de Sébastien Loeb, el cual decidía tomar la Joker Lap en la primera vuelta y así tratar de dar caza al vigente campeón gracias a rodar con aire limpio. No daría Kristoffersson ninguna opción, consiguiendo los más de 3,9 segundos de ventaja que se necesitaban para hacer el paso por la trazada larga sin perder la posición, mientras que Loeb se aprovechaba del trompo de Timmy Hansen y conseguía incluso adelantar a Andreas Bakkerud para subir al segundo escalón del podio. Solberg sería tercero, con Chicherit quinto, justo tras el noruego de EKS RX.