¿MÁS DINERO EN CADA INSPECCIÓN?
Las inspecciones técnicas cumplen un papel fundamental en la seguridad vial, ya que se encargan de verificar el buen funcionamiento de nuestros vehículos. ¿Qué sucede si al acudir a una inspección técnica en la ITV, nuestro coche la suspende? ¿Tenemos que volver a pagar?
Para muchos usuarios, acudir a una inspección técnica, a una ITV, es algo así como acudir a un chequeo médico: pruebas, preguntas, verificaciones...y un resultado final que, si es positivo, nos llena de tranquilidad para una larga temporada. Para aquellos a los que lamentablemente "les encuentran algo", en este caso en su vehículo, no les queda más remedio que tener que volver, unas semanas más tarde, para comprobar que todo ha vuelto a su ser y que el vehículo está en perfectas condiciones para seguir circulando.
En cualquier caso, cuando un vehículo acude a una inspección técnica, puede recibir diferentes resultados: desde favorable, en cuyo caso el vehículo no tiene necesidad de volver hasta la fecha de caducidad de la inspección, hasta negativa, en cuyo caso ni siquiera puede abandonar la estación de inspección por sus propios medios. Las inspecciones también pueden tener resultado desfavorable, en cuyo caso sí pueden abandonar por sus propios medios la inspección, pero sólo puede circular para acudir a un taller autorizado en el que se reparen todos los defectos.
Todos sabemos que para poder inspeccionar nuestro vehículo, debemos abonar una serie de gastos asociados a los costes de inspección. El precio de la inspección depende de cada comunidad autónoma, aunque suele rondar los 50 euros para un turismo. En caso de que nuestro vehículo suspenda y tengamos que volver a la ITV, ¿tenemos que volver a pagar para someternos a una segunda inspección, o tenemos derecho a que se nos compruebe de nuevo el coche sin necesidad de abonar ningún gasto adicional?
La respuesta es sencilla: depende de cada comunidad autónoma. Por norma general no es necesario volver a pagar, ya que la mayoría de comunidades autónomas contempla un plazo de tiempo en el que los usuarios cuya inspección ha resultado desfavorable pueden volver a acudir sin coste adicional, un plazo que suele ser de unos 60 días. Sin embargo, no en todas las comunidades es así y en algunas podemos encontrarnos con algún gasto sorpresa.
Es el caso, por ejemplo, de la Comunidad Valenciana, donde desde el mismo momento en el que suspendemos la primera inspección estamos obligados a abonar una nueva tasa (menor que la inicial) para volver a pasar la ITV. En Cataluña, por ejemplo, solo disponemos de 15 días para pasar una segunda inspección sin coste ya que de lo contrario tendremos que pagar el 60% de la tasa original.